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La impotencia sexual en mujeres y en hombres

 

 

Abigail Bello Gallardo

 

 

La salud sexual es un estado de bienestar físico, emocional, mental y social, no es solamente la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad”.

Organización Mundial de la Salud.

 

Es un hecho científicamente comprobado que tener relaciones sexuales beneficia la relación de pareja y mejora la salud física y mental de quienes las practican.

 

La Organización Panamericana de la Salud ha definido la salud sexual como "la experiencia del proceso permanente de… bienestar físico, psicológico y sociocultural relacionado con la sexualidad".

 

Sin embargo, cuando existe disfunción sexual en la mujer o en el hombre, se dificulta mucho o impide tener  de las relaciones sexuales.

 

Este padecimiento es más frecuente en mujeres (43%) que en hombres (31%) con el agravante de que en las mujeres es más complejo este padecimiento y tiene muy diversas causas.

 

La impotencia sexual o disfunción sexual de la mujer es la dificultad o imposibilidad que tienen las mujeres para obtener una relación o vida sexual satisfactoria (ginecoweb.com & maternofetal.net. Dr. Ricardo Gómez Betancourt MD).

 

Al igual que para los hombres, para alcanzar el orgasmo dentro de una relación sexual, las mujeres necesitan intimidad y comunicación máxima. Por esta razón, conviene saber superar cualquier tipo de traba que impida una relación sexual óptima. En esto, la pareja se juega parte de su bienestar y de su estabilidad emocional. 

El orgasmo femenino es un hecho peculiar porque se da de diferente manera en cada mujer. Sin embargo, se acepta que durante el período de mayor excitación y sensación de placer, hay contracciones en la vulva, en la vagina y en el útero (que el hombre puede sentir) y/o una lubricación o  humedad más abundante al lograrlo.

Además la mujer puede lograr uno o varios orgasmos durante la misma relación sexual, dependiendo de la estimulación.

 

Las causas principales de la impotencia sexual en la mujer pueden ser:

 



 

-Físicas (dentro y/o fuera del aparato genital).

-Emocionales.

-Enfermedades de la mente.

-Hormonales.

-El uso de medicamentos.

-Las enfermedades crónicas (de mucho tiempo de evolución).

-La mala relación afectiva con su pareja.

-Datos de abuso físico, abuso sexual e intimidación (ginecoweb.com & maternofetal.net). 

-También puede ser la disfunción sexual de su pareja (hombre), como la eyaculación precoz.

 

El tratamiento depende de la causa de la enfermedad y puede ser con medicamentos, asesoramiento psicológico o con un  profesional en sexología, tratamiento hormonal, procedimientos especializados y en ocasiones con cirugía.

 

Prevención

Es muy recomendable platicar y resolver con su pareja los conflictos emocionales, mantenerse en un peso adecuado para su edad y tener controladas sus enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión.

 

La impotencia sexual en el hombre o disfunción eréctil, es la incapacidad persistente para conseguir o mantener una erección del pene que permita una relación sexual satisfactoria.

 



 

Existen factores que pueden favorecer la impotencia sexual: la diabetes, la hipertensión, el fumar, el ingerir alcohol, niveles altos de colesterol, toma de algunos medicamentos y la depresión, entre otros (Diario Médico.com - Madrid, Unidad Editorial, Revistas 2009). 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Las causas principales de la impotencia sexual en hombres pueden ser:

 


 

-Psicológicas: El pene no tiene ninguna alteración física pero problemas como la ansiedad (provocada con frecuencia por miedo a no conseguir una erección o a defraudar a la mujer), la depresión, los problemas de pareja e incluso el estrés, pueden afectar al acto sexual.

También la preocupación excesiva por lo problemas laborales, económicos, sociales o familiares pueden causar impotencia.

La fatiga, la inapetencia, la falta de ejercicio y el insomnio también desequilibran los reflejos sexuales.

-Vasculares: Son muy habituales. El pene no puede acumular la sangre necesaria para que se dé una erección, generalmente porque no llega suficiente cantidad.

-Neurológicas: Se produce debido a una interrupción en la transferencia de mensajes del cerebro al pene, porque existe una lesión en los nervios implicados. Esto ocurre en lesiones de la médula espinal, la esclerosis múltiple o las cirugías en la pelvis o cadera.

-Hormonales: Generalmente se deben a una falta de hormonas sexuales masculinas. Son poco frecuentes.

-Farmacológicas: Existen varios medicamentos que tienen como efecto secundario disminuir la capacidad de tener una erección. Entre ellos hay algunos medicamentos para tratar la hipertensión, las enfermedades del corazón y trastornos psiquiátricos o de la mente (Diario Médico.com - Madrid, Unidad Editorial, Revistas 2009).

 

El tratamiento depende de la causa y pueden ser con fármacos, asesoramiento psicológico, tratamiento hormonal, aparatos que provoquen la entrada de sangre al pene, procedimientos especializados y en ocasiones la cirugía, aunque es muy poco recomendada.

 

Prevención

Se recomienda conversar con su pareja sobre sus problemas afectivos, mantenerse en su peso ideal, tener controladas sus enfermedades crónicas, etcétera (Diario Médico.com - Madrid, Unidad Editorial, Revistas 2009).

 

Es importante tener en cuenta que la sexualidad no solo es importante para las personas jóvenes. La evidencia sugiere que el deseo sexual persiste hasta edades avanzadas pero con frecuencia se asume como algo "malo".

La conciencia del aspecto corporal, la falta de disponibilidad de parejas sexuales, el prejuicio social y las enfermedades crónicas, limitan mucho el interés y la respuesta sexual en la mujer mayor y también en el hombre.

 

Sin importar la edad de las parejas hay que recordar que los besos, las caricias, las miradas agradables, la gentileza, el humorismo y el buen trato, no deben darse solo previos a la relación sexual sino que deben ser un buen hábito para que el deseo sexual se mantenga presente.

 

 

El médico general, médico familiar o de preferencia el especialista urólogo en los hombres y el ginecólogo en las mujeres, son los profesionales encargados de tratar físicamente estas enfermedades. Sin embargo, es muy importante consultar simultáneamente a un Psicólogo, Psicoterapeuta, Psicólogo-Sexólogo o  Médico Psiquiatra.

 

Como siempre, insisto en la necesidad de que las instituciones de salud en México, informen a la población de manera sencilla, breve y frecuente, a través de todos los medios de comunicación, acerca de las enfermedades y de cómo prevenirlas.

 

Termino con la frase célebre de Jesús García Pérez, que enunció:

“El sexo es la acción de goce que alimenta, nutre y fortalece el alma”.